Si estás leyendo esto, entiendo que te interesa el mundo del emprendimiento. Dado que, últimamente, todo el mundo quiere emprender, pensarás que esta es una de las muchas webs sobre emprendimiento que has consultado. Sin embargo, te equivocas.
Este es un post escrito por un chaval de 19 años, que lleva varios años metido en el fascinante mundo del emprendimiento y que, creo, te puede aportar un punto de vista distinto. Me llamo Javier y, a continuación, hablaremos de cómo emprender si eres joven (música épica de fondo).
Índice
Estoy cansado
Quizá no sea el subtítulo más motivador para empezar este artículo, pero estoy cansado. Cansado de ver cómo, con unas palabras mágicas y técnicas ultrasecretas, te prometen que serás rico en 2 ó 3 meses (incluso menos).
Primer golpe de realidad de este post: llevo casi 3 años interesado en el emprendimiento y, tras sacar un libro, lanzar una web de afiliados, alcanzar los 7000 seguidores en Instagram y otras chapuzas varias, he ganado menos de 100€.
Repito: casi 3 años –> menos de 100€
Tras esta desilusionante pero necesaria aclaración, se plantean dos alternativas: o soy un incompetente en todos los proyectos que me propongo, o emprender no es tan fácil como lo pintan. Me tengo en buena estima, así que apostaría por lo segundo.
Las cosas van cayendo por su propio peso. ¿Puedes hacerte rico de la noche a la mañana? ¿Va a estallar ese proyecto al que le has dedicado un par de semanas? ¿Antes de que acabe el mes vas a estar tomando un café con Bill Gates? La respuesta es que, como poco, parece bastante bastante improbable.
Pero sumérgete un poco en Internet y verás cientos de personas que lo han conseguido y que, tras años de experiencia, te ofrecen enseñarte a conseguir lo mismo 400 veces más rápido. Permíteme desconfiar.
El problema es que todos sabemos de qué pie cojeamos. En la sociedad actual, todo tiene que ser ahora y ya. Une eso a un arraigado sentimiento de «entitlement» (básicamente, de creer tener derecho a todo, por el mero hecho de existir) y ¡boom!: aquí tienes una hornada perfecta de los jóvenes de hoy en día.

La cultura del esfuerzo
El esfuerzo es el ingrediente principal de todo aquello que alcanza cierto éxito. No descubro América con esta afirmación, pero, es tan simple que a muchos se nos olvida (me incluyo completamente). Quiero ir un poco más allá y hablarte de lo que, tras estos años de prueba y error, pienso sobre el esfuerzo.
Para empezar, no seamos tontos. Tenemos a nuestra disposición infinidad de herramientas y servicios que nos facilitan la vida y que, por tanto, debemos aprovechar. Hoy en día, para ganarse la vida no hace faltar igualar el esfuerzo de nuestros abuelos y abuelas. La sociedad ha avanzado y la vida es más sencilla, así que usémolos a nuestro favor.
Personalmente, creo que esforzarse en la vida es crucial, pero no estoy dispuesto a trabajar hasta el final de mis días para poder sobrevivir. No quiero trabajar para el dinero, sino que él trabaje para mí (vaya frase cliché me ha salido).
Ley del mínimo esfuerzo
Seguramente, este también sea tu plan. Y es genial, pero suele tener una pega: te hace caer en la ley del mínimo esfuerzo. No vas a ganar dinero por seguir los consejos del youtuber de moda, por muy simples y sencillos que sean. Quizá no te des cuenta, pero caes en esta mala práctica muy a menudo:
- Si empiezas un proyecto porque (en teoría) produce dinero rápidamente, estás cayendo en la ley del mínimo esfuerzo.
- Quieres hacerte influencer para resolverte la vida a los 18: ley del mínimo esfuerzo.
- Si esperas que en una semana obtengas los resultados que a otros les ha costado años (aunque no te lo pinten así), de cabeza en el mínimo esfuerzo.
¿Qué quiero decirte con esto? Que si lo que buscas con el emprendimiento es ganar el máximo dinero posible (asumiendo el menor riesgo y esfuerzo) y luego darte a la buena vida, lo siento, esto no es para ti. Serás lo que quieras, pero un emprendedor o emprendedora, con esa mentalidad, no.
Quizá no tengas que levantarte a las 6 de la mañana y trabajar en el campo hasta el anochecer para ganar el dinero que ganaron tus abuelos, pero todo en la vida requiere esfuerzo. Esfuerzo y tiempo.

Emprender siendo joven
Tras este sermón, quiero mostrarte cómo he implementado el emprendimiento en mi vida (si es que todavía sigues aquí).
A los 16 años, empecé a ver vídeos y a leer sobre emprendimiento. Para mí era un mundo fascinante, lleno de oportunidades. Por aquel entonces, no había tanto ruido y clickbait sobre el tema (aunque no tardarían en llegar los vídeos de «hago 50.000.000.€ en un día en mi mansión con piscina (acaba muy mal)». Ah, me olvidaba de «con mi hermana de 10 años»).
Fuera bromas, el emprendimiento estaba empezando a despuntar en España y yo me subí a esa ola. Poco a poco, fui profundizando en este mundo nuevo.
Primeros momentos
Me apasionaba lo que hacían y decían personas como Euge Oller o Miquel Román. Yo quería ser como yo, así que empecé varias cuentas de Instagram y, ese mismo verano, comencé a vender postales hechas a mano en distintos albergues de mi ciudad.
Como primer acercamiento al mundo emprendedor, no fue del todo un fracaso. Abandoné las cuentas a los meses y las postales no me dieron más que unos 20€, pero me sirvió para comprobar que podía hacer cosas por las que la gente estaría dispuesta a pagar.
Pasaron los meses y, en octubre de ese mismo año, decidí lanzar un blog donde vender discos de vinilo como afiliado de Amazon. Tuve que aprender a utilizar WordPress, a redactar y crear una pequeña tienda online, cosa que me mantuvo ocupado varias semanas. Pero había un problema: mi único objetivo era ganar dinero.
Para conseguir dicho objetivo, cree una cuenta de Instagram y llegué a los 10.000 seguidores usando bots, con el fin de poner enlaces de mi blog en las stories. Un consejo, no lo intentéis, no sirve de nada.
Tras un mes y medio, no había tenido ni una venta (mucho más tiempo del que me aseguraban los tutoriales de Youtube, en los que ganaban dinero a las pocas semanas). Viendo que no me motivaba y que solo lo hacía por dinero, cerré el blog a finales de diciembre, con pérdidas en hosting y dominio y sin ninguna venta.
Educación Moderna y mi libro
A inicios de 2019, mi vena emprendedora se apagó un poco. Estaba cursando 2º de Bachillerato y los estudios consumían gran parte de mi día. Estaba quemado y no me gustaba cómo funcionaba (y funciona) la educación, por lo que decidí comenzar un nuevo proyecto: Educación Moderna.
Así nació @educacionmoderna_, la cuenta de Instagram dedicada a estudiantes, por un estudiante descontento. Esto fue en mayo y, para junio, empecé mi primer libro: «Súper Estudiante: manual para el estudio y la vida».
Para julio, el libro estaba terminado. Sin embargo, no será hasta septiembre cuando lo publique. Optaré por autopublicarlo en Amazon, al ser la forma más sencilla para un escritor amateur. De su venta obtendré unos 70€, la mayoría de conocidos y familiares.
El libro era útil y cumplía su función, pero yo no tenía ni idea de cómo publicitarlo y darlo a conocer. No gane mucho dinero, pero fue una experiencia increíble y tengo claro que, sin él, ahora no estaría escribiendo esto.
Hasta el inicio de esta cuarentena (es decir, hasta principios de marzo), he seguido con mi cuenta de @educacionmoderna_, la cual ha sobrepasado los 7000 seguidores. En enero, escribí una guía sobre «cómo escribir y publicar un libro siendo joven», la cual podéis leer en este blog, pinchando aquí.
Actualidad (hasta abril de 2020)
Como decía, llegamos al mes de marzo y nos vemos encerrados en casa. No podía quedarme de brazos cruzados y decidí empezar algo que me ilusionaba desde hace tiempo: mi propio blog.
Quería hacerlo en serio, por lo que opté por comprar el curso de Ángel Alegre, fundador del blog Vivir al Máximo. Era un gasto importante, pero estoy seguro de que lo amortizaré. Por el momento, me está pareciendo muy útil y estoy contento con la decisión.
Consejos para futuros emprendedores
Esta ha sido mi historia tras 3 años en el mundo del emprendimiento. Como ves, no he llegado a Silicon Valley ni he amasado una gran fortuna, pero sí que he aprendido mucho.
Al contrario de lo que muchos piensan, considero el emprendimiento como una forma de vida. Emprender no es el fin, sino el camino. Por eso me chirría cuando veo a las nuevas generaciones que, como yo hace un par de años, quieren llegar a ser «emprendedores de éxito».
Emprender no es algo en lo que ser bueno o malo, es otra forma de ver la vida. Y, por supuesto, no hace falta crear empresas para vivir de acuerdo a su filosofía.
Tras relatarte mi experiencia, me gustaría compartir contigo alguna de las lecciones que he aprendido durante estos años. Espero que te sean de utilidad. 🙂
1-Mejórate
Una de las máximas del emprendedor es invertir en sí mismo y estoy completamente de acuerdo con ella. He entendido que, el activo más valioso que tienes eres tú mismo.
Aunque el emprendimiento no sea para ti, mejorar cada día te será útil en cualquier ámbito de tu vida. Desde que empecé a leer más en serio, a los 16 años, decenas y decenas de libros han caído en mis manos y, de (casi) todos ellos, he sacado lecciones útiles.
Aprender se ha convertido en uno de los pilares de mi vida. Y es una suerte, porque es algo que depende completamente de uno mismo. Si te pica el gusanillo, puedes consultar el post que hice sobre cómo y qué aprender en cuarentena.
2-Falla hasta que no puedas más
Estos últimos 3 años de mi vida, en lo referente al emprendimiento, podrían verse como un auténtico mar de fracasos. Si lo comparamos con los youtubers en tendencias, he conseguido menos en años que lo que ellos aseguran conseguir en horas (supuestamente, claro).
Sin embargo, yo solo veo éxitos. Quizá no haya ganado mucho dinero, pero he aprendido muchas cosas:
- Cómo crecer en Instagram.
- Cómo usar Facebook Ads.
- La mejor forma de escribir y lanzar un libro si eres amateur.
- Dónde invertir tu dinero.
- Cómo lanzar un blog…
Y un largo etcétera de habilidades valiosas (atendiendo solo al plano emprendimiento).
Además, siento que cada fracaso me acerca más al éxito. Al fin y al cabo, el esfuerzo tiene sus frutos y, si insistes lo suficiente, los resultados llegarán. Que no te engañen todos esos gurús que te aseguran un éxito fácil. Lo que no te cuentan es que ellos han fracasado y han aprendido, por eso están donde están.
«Cada fracaso le enseña al hombre algo que necesitaba aprender»
Charles Dickens
Así que adelante: sin importar lo que decidas hacer, primero fracasa. Rápido y en cantidad.
3-Deja atrás el dinero
Aquí quiero hacer una distinción. Si emprendes porque tú o tu familia necesitáis dinero (y lo necesitáis de verdad), puedes saltarte este punto. Y, por cierto, me parece admirable que lo hagas.
Esto va para aquellos que, como yo, no emprendemos por necesidad, sino por gusto. En este caso, solemos caer en la trampa de la avaricia y el sueño del dinero fácil.
Todo aquel proyecto que he empezado con el objetivo único de ganar dinero, ha fracasado estrepitosamente. Te lo repito en formato cita para que quede más visual:
Todo aquel proyecto que he empezado con el objetivo único de ganar dinero, ha fracasado estrepitosamente.
Si no necesitas el dinero, no empieces algo que no te gusta por conseguirlo. Ahora mismo podría estar aprendiendo a hacer dinero con una tienda online (y estoy seguro de que sería más rápido), pero, en lugar de eso, estoy escribiendo esto. ¿Por qué? Porque, aunque con el blog pueda tardar mucho más tiempo en ganar dinero, es algo que me gusta.
Obviamente, ya que escribo, mejor ganar dinero. Pero, al ser algo de lo que disfruto, no me importa hacerlo gratis. Hacer dinero emprendiendo es algo que resulta muy atractivo, pero no puede ser el motor de tus proyectos.
4-Prueba lo que te aconsejan los gurús
Este último consejo suena contraproducente, así que me explico. Si eres tan cabezota como yo, no vas a aceptar que algo no funciona hasta que lo pruebes. Y yo te animo a ello.
No hay mayor lección que aquella que vives en tus propias carnes. ¿Qué quieres probar ese método infalible para volverte millonario en un mes? Adelante. Pruébalo y, pase lo que pase, habrás aprendido.
La experiencia es la madre de la ciencia, así que, y conectando con el consejo anterior de «falla hasta que no puedas más», prueba todo lo que te llame la atención. Porque de todo se pueden sacar cosas positivas, y más cuando empiezas desde joven.
5-Bonus
Antes de acabar, quería compartir contigo una última recomendación. Emprender y ganar dinero suelen ir de la mano, así que es hora de que aprendas un poco sobre este último.
Desarrollar una mentalidad correcta respecto al dinero, como herramienta potenciadora de tu identidad, es clave. Más aún si empiezas joven.
Te recomiendo leer Dinero: domina el juego, de Tony Robbins. En él, Tony nos ofrece los consejos de los mayores inversores del mundo, a la vez que nos introduce en la utilidad real del dinero. Solo soy un principiante en inversión, pero, por lo que he leído, te recomiendo investigar sobre los fondos indexados.
Desarrollar tu educación financiera te facilitará las cosas en un futuro y, si empiezas siendo joven, podrás recoger los frutos mucho antes.
Palabras finales
Espero que el post te haya sido útil. He querido reunir mi experiencia y brindarte las lecciones que he aprendido a raíz de ella, para ahorrarte tiempo y dinero. Así que, si sacas algo en claro de lo anterior, me doy por satisfecho.
Quiero recordarte que no soy ningún «emprendedor de éxito» y que todo parte desde mi punto de vista, que no tienes por qué compartir. Aun así, lo considero un bueno punto de partida si eres joven y te inicias en el emprendimiento (e incluso, si llevas tiempo en él).
Por último, quizá estés interesado en lanzar un blog como este. Si es así, y como ya te he comentado antes, te recomiendo el curso de Ángel Alegre. A continuación, te dejo un link para acceder a su taller gratuito:
Training gratuito de Idea2Blog
Un saludo y ¡suerte con tus proyectos!
Si te ha gustado, compártelo: 😉
Hola Javier,
Creo que he llegado aquí a través de Idea2Blog (yo también ando formándome) y he leído unos cuantos artículos. Me das bastante esperanza en «la juventud»; qué bien escribes y qué bien piensas.
Molaría que escribieses algo más en el «sobre mí», tengo curiosidad por saber más del entorno en el que has crecido, el cual obviamente te ha tenido que influir para bien.
Dejo aquí un libro que está relacionado con el artículo, aunque seguramente ya lo conozcas. Start with Why, de Simon Sinek.
¡Un saludo y sigue así! 🙂 Mis dieses.
Buenas, Maribel
Muchas gracias por comentar y perdón por la espera, estas semanas ando algo liado. En cuanto a lo que comentas, es cierto que tenía pensado ampliar un poco más el «sobre mí», pero considero mejor hacerlo a través de los posts. Me gusta mezclar vivencias personales en todo lo que escribo (básicamente, porque no tendría mucho sentido hablar de algo que no he comprobado), así que iré comentando más cosas en las entradas.
Aun así, decirte que, aunque es cierto que mi entorno me ha inculcado valores como la importancia de la lectura y la educación, tan solo soy un chico normal y corriente que busca conocerse mejor y superar sus límites. Y conozco el libro, pero no me lo he leído, así que me lo apunto. 😉 (Sinek es buenísimo, por cierto)
Muchas gracias de nuevo y, si tienes más dudas o quieres que te aclare algo más, encantado de responder (tanto aquí, como por el correo).
Un abrazo 😉