Ya hemos visto cómo empezar a escribir una obra y cómo maquetarla. Ahora, veremos cómo corregir y revisar tu obra, tanto ortográficamente como en materia de estilo.
Corregir una obra no es difícil, pero requiere de paciencia, minuciosidad y atención. En este post abordaremos los pasos básicos, para que «ovra» quede perfecta.
Índice
La importancia de la corrección
Para un amante de la lectura, no hay mayor dolor de cabeza que leer una obra mal corregida. Las faltas de ortografía son una cosa, pero un libro sin coherencia y cohesión se convierte en una tortura para los ojos (como ver las nuevas remasterizaciones de Disney Channel y Carton Network).

Si quieres que tu obra sea legible, deberás revisarla a conciencia varias veces. Al publicar con una editorial, esta tediosa tarea queda en manos del corrector, pero, si estás leyendo esto, asumo que buscas publicar por tu cuenta y riesgo.
¿Puedes encargarte tú mismo de la corrección? La respuesta es sí y, a continuación, veremos cómo hacerlo.
Cómo corregir tu obra
Paso 1: corrección ortográfica.
Empezaremos por el paso más básico: corregir la ortografía de la obra. Es decir, las faltas y errores de ortografía. Se trata del proceso más sencillo, ya que, en cuestión de ortografía, no suele haber vuelta de hoja: o la palabra está bien, o has metido la pata.
Afortunadamente, este maravilloso invento llamado Internet nos facilita bastante la vida, poniendo a nuestra disposición correctores automáticos. Yo suelo escribir en Google Docs o Word, programas que cuentan con un corrector integrado muy eficiente. Básicamente, la práctica totalidad de las faltas se corregirán automáticamente (gracias Internet).
Sin embargo, nadie es perfecto. Depender únicamente del corrector automático es un error de principiante, tanto como no esconder la última galleta del paquete. La diferencia entre las faltas y la galleta es que, cuando vuelvas después de un tiempo, las primeras seguirán allí.
El proceso es sencillo:
- Revisión del texto: manos a la obra. Abre el documento y revisa palabra por palabra, prestando atención a las erratas y los acentos. Si tienes dudas, puedes consultar la RAE.
- Vuelve a corregir: una vez hayas revisado el libro, vuelve a hacerlo, como mínimo, otras 2 veces.
Paso 2: corrección de estilo
Tras corregir la ortografía, toca pasar al proceso más complejo: la corrección de estilo. Para que entiendas mejor a qué me refiero, te pondré un ejemplo de un texto sin coherencia y cohesión:
El hombre que llevaba la mochila al hombro se acercó a la casa y vio las ventanas abiertas y el hombre pensó que haría frío dentro y que el fuego se habría apagado. Pensaba en lo que había cazado por la mañana en el monte más cercano donde solía haber mucha caza y las liebres campaban a sus anchas sin temor a la caza de los humanos ya que él era el único que vivía por allí y no había mucha vida en muchos kilómetros.
Si te están sangrando los ojos, entenderás de qué hablo. El texto no contiene ninguna falta, pero provoca ganas de cerrar el libro y quemarlo. El objetivo de la corrección de estilo radica en hacer un texto agradable a la vista, coherente y dinámico.
En este caso, la solución no es tan clara, ya que el lenguaje del autor influye en gran manera. Aun así, existen consejos básicos para mejorar el texto:
- Evita repetir estructuras y palabras: en el ejemplo anterior, podemos ver la repetición innecesaria de «el hombre» en la primera frase. Dentro de lo que cabe, es interesante evitar estas repeticiones, ya que dificultan la lectura fluida y restan coherencia al contenido.
- Leer, leer y leer: sin duda alguna, el mejor consejo para mejor el estilo de tu texto es aumentar tu riqueza léxica. Y, para ello, nada mejor que la lectura. Este no es un consejo aplicable en el momento, sino a largo plazo, pero que supone la diferencia entre un escritor serio y un novel.
- Negritas y resaltados: este no es un consejo específico del estilo, pero puede ayudarte a organizar mejor el texto. Una vez corregida la gramática y el estilo, puedes retocar el texto con negritas, cursivas, y resaltados. No es algo que mejore propiamente el estilo, pero queda más bonito.
Paso 3: corregir con ayuda
Tras corregir la ortografía y el estilo, podemos pasar al último paso: pedir la opinión de otros. Por mucho que nos esmeremos en la revisión, es inevitable que pasemos por alto muchas cosas.
Para mitigar esta problemática, la mejor opción consiste en pedir a amigos y conocidos que lean el borrador de tu obra. Diez ojos ven mucho más que dos, en especial si se trata de ojos críticos. Transmíteles que deben ser todo lo sinceros que puedan, que el fin de su lectura es co-crear una mejor obra. Y, si conoces a algún profesional y puedes pedirle ayuda, tanto que mejor.
Conclusión y servicios
Llegados a este punto, espero que tengas más claro cómo empezar la corrección de tu obra. Se trata de un tema compleja y subjetivo, pero estos han sido unos consejos básicos a la hora de corregir tu libro.
Al comienzo del post lanzaba la siguiente pregunta: ¿Puedo encargarme yo solo de la corrección y revisión? Como te decía, la respuesta es sí, pero tiene un matiz. Corregir un libro es un proceso complejo y, si quieres conseguir un acabado profesional, necesitarás práctica y experiencia.
Si quieres ahorrarte este paso, te recomiendo contratar los servicios de un profesional. Existen muchas ofertas en Internet, pero, si prefieres barrer para casa, puedes echar un vistazo a mis servicios:
Y, antes de despedirme, recordarte que tienes disponible la guía gratuita «6 pasos para autopublicar». Puedes conseguirla aquí:
Sin más que decir, nos vemos en la próxima. 😉
Un abrazo,
-Javier