¿Leer mucho es importante? ¿Mejor cantidad o calidad? ¿Cuántos libros debería leer al año? Si has acabado aquí, quizá estas preguntas ronden tu mente.
Desde principios de año hasta hoy, día 17 de mayo, he leído 32 libros. Una media de más de un libro por semana y más de 6 por mes.
Hoy, quiero enseñarte cómo he leído tanto en tan poco tiempo y, lo que es más importante, si es útil o no.
Índice
¿Por qué leo tanto?
Leer siempre ha formado parte de mi vida. Desde cómics, pasando por novelas y ensayos, decenas de libros han caído en mis manos.
Lo que empezó como un hobby, se ha convertido en algo mucho más grande. Ahora leo porque me gusta, pero también para aprender. Me parece fascinante saber que, en unas pocas páginas, pueda plasmarse la experiencia de años de vida y estudio.
En apenas unas horas, puedes sumergirte en la mente de grandes genios, personajes ilustres y, en general, personas que han revolucionado los pilares de nuestra sociedad. Los libros son la mejor herramienta para crecer y aprender, y están al alcance de todos.
Siempre me sorprende descubrir que, cuando estoy dándole vueltas a un problema y enfrascado en aprender algo nuevo, existen libros que ya se han adelantado a mí. Lo cierto es que, por muy especiales que nos creamos, otros antes que nosotros han tenido el mismo problema o se han enfrentado a la misma situación.
Y, por suerte, muchas de esas personas han salido adelante, han aprendido y han decidido compartir su experiencia a través de su obra.
“De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo… Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”.
Jorge Luis Borges.
Entonces, ¿por qué leo tanto? Leo por gusto. Leo porque me permite viajar, aprender y experimentar cosas nuevas. Pero, por encima de todo, leo para conocerme mejor, conocer mejor a otros e intentar ordenar mi mundo, si es que eso es posible.
Calidad vs cantidad
Vivimos en la era de la información y, como todo, tiene cosas buenas y otras, no tan buenas. Nunca hemos tenido mayor acceso a la información, lo que puede llegar a abrumarnos. Hay tanto por leer y aprender que el camino más sencillo es no hacerlo.
Muchos pueden pensar que leer 32 libros en unos pocos meses es una locura. Y, si estás acostumbrado a no leer ni 1 al año, es normal pensarlo. Y lo entiendo. Si no fuese porque llevo leyendo tanto tiempo, sin duda preferiría pasar el día en Youtube o Instagram, antes que con un libro entre las manos.

¿Quiere decir esto que, cuanto más leas, mejor? En mi opinión, no. No creo que haga falta leer un libro por semana para aprovechar lo que la lectura puede ofrecernos. De hecho, más vale leer un libro al año que te haga reflexionar y pensar, que 200 que no te enseñan nada nuevo.
Lee lo que te apetezca, cuando te apetezca y cómo te apetezca. Si estoy leyendo tanto, es porque quiero hacerlo. ¿Que de esos 32 libros me han servido 3? Pues, seguramente. Entre calidad y cantidad, me quedo con lo primero.
En la lectura, la calidad supera la cantidad. Más vale un buen libro que 30 novelas de Crepúsculo (es broma, es broma 😉 ).
¿Cómo puedes leer un 1 libro a la semana (o más)?
Ya hemos hablado un poco de el por qué, así que toca pasar al «cómo he leído tanto en tan poco tiempo.» Y, más importante aún, cómo puedes hacerlo tú también (si es lo que quieres, claro).
Así que, a continuación, mis secretos de súper lector.
El tipo de libro importa
Lo primero de todo es dejar claro el tipo de libros en los que nos enfocaremos. La mayoría de los 32 que he leído pertenecen al género de no-ficción. Es decir, no son novelas.
¿Puedo acabarme en un día una obra de Shakespeare? Sí, puedes hacerlo, pero no creo que sea lo más recomendable. Hay libros para disfrutar y otros para aprender, al menos en mi opinión.
Puedo leer en unas horas un libro sobre marketing, relaciones personales, economía, nutrición o cualquier otra temática de no-ficción, pero, si se trata de una novela, no hay por qué correr tanto. Los primeros me sirven para aprender, por lo que me centro en extraer la información, no en maravillarme de cada párrafo. Los segundos los leo como entretenimiento, por lo que procuro disfrutarlos.
Aun así, una vez que adquieras el hábito de leer y, más importante aun, de la lectura rápida (ahora hablaremos de ello), tu velocidad de lectura será mayor, leas una novela o cualquier otro género.
En resumen: un gran porcentaje de los libros que leo los uso para aprender, lo que me permite ir más rápido. Puede hacerse con novelas, pero, en mi opinión, le quita la magia.
Afianza el hábito
Si quieres leer y leer mucho, necesitas ser constante. Como cualquier otra actividad, leer puede convertirse en un hábito, pero requiere de tu esfuerzo.
El ejercicio que te propongo es sencillo: reserva 10 minutos al día para leer. Diez minutos no son nada, así que el tiempo no puede ser una escusa. Personalmente, tengo el hábito de leer antes de irme a dormir y creo que es un buen momento para que establezcas esos 10 minutos de lectura.
Si crees que 10 minutos es demasiado, puedes empezar con menos. Lo importante es que no falles y seas constante. Elige un buen libro y comprométete; con el paso de los días, te resultará cada vez más fácil.
Otra de las cosas que suelo hacer es dividir la lectura según la temática. Por la mañana, leo sobre temas de no-ficción, dejando la novela de turno para la noche. Y sí, leo varios libros a la vez, de distinta temática, lo que no quiere decir que debas hacer lo mismo. A mí me funciona, pero cada uno es distinto.
Por último, un truco que no te recomiendo por tu integridad física: leer mientras vas andando hacia algún lugar, ya sea el trabajo, el colegio o el supermercado. Sé que suena extraño (lo es, de hecho), pero, hace un tiempo, estaba tan enfrascado en un libro que no podía esperar para leerlo. Me lo descargué en el móvil y lo fui leyendo en mis viajes al instituto.
Desde entonces, he seguido haciéndolo. Existe cierto riesgo de chocarte con una farola u otra persona (a mí no me ha pasado… de momento), por lo que pruébalo bajo tu propia responsabilidad. Una opción más segura e igualmente válida es sustituirlo por un audiolibro, así podrás ver por dónde pisas. Para ello, Audible puede serte de gran ayuda.
Lectura rápida
Bien, hemos llegado al apartado que estabas esperando. Afianzar el hábito de la lectura es necesario, pero no suficiente para leer tal cantidad de libros. Si he conseguido acabar 32 libros en tan pocos meses, gran parte del mérito se debe a la lectura rápida.
La lectura rápida es una técnica que permite explotar al máximo nuestra capacidad lectora. En promedio, una persona no habituada a la lectura, lee a una velocidad de entre 150 y 250 palabras por minuto. El objetivo de esta técnica es duplicar (o, incluso, triplicar) esta velocidad.
Vayamos a los hechos: con unas semanas de entrenamiento, pasé de 250 palabras por minuto a 600, es decir, ¡más del doble! Y no, no es magia, tan solo entrenamiento. Quizá no te parezca un gran logro, pero piensa que, al duplicar las palabras leídas por minuto, el tiempo necesario para acabar un libro se reduce a la mitad.
Entrenando tu capacidad lectora, puedes leer un libro en 2 horas (o incluso menos), cuando, antes, tenías que emplear más de 4. Por rizar más el rizo, podrías leer 2 libros en lo que tardabas en leer uno.
A través de la lectura rápida, podrías leer 2 libros en lo que tardas ahora en leer uno.
¿Es para mí la lectura rápida?
Quizá te preguntes si la lectura rápida es lo tuyo. Sé que suena todo a chino, pero no es más que una forma de mejorar nuestras capacidades. La lectura rápida es a leer como las flexiones a los músculos: un entrenamiento.
Piensa esto: nuestro cerebro es capaz de procesar miles de estímulos a la vez pero no puede leer más de una o dos palabras a la vez. Esto no debería ser así, pero, desde niños, nos han enseñado patrones de lectura anticuados, que frenan nuestro potencial.
Necesitas la lectura rápida si:
- Quieres eliminar esos patrones que te limitan.
- Quieres leer más rápido, entendiendo lo que lees.
- Buscas aprender sobre un tema a través de la lectura.
- Estás estudiando y buscas en la lectura rápida un medio para aprender más y mejor (sobre este tema hablo en profundidad en mi libro, «Súper Estudiante»).
Pasos para dominar la lectura rápida
Podría tirarme horas hablando sobre ello, pero prefiero que lo pruebes por ti mismo. A continuación, te dejaré los recursos que utilicé para duplicar mi velocidad lectora:
- Lo primero de todo, saber desde dónde partes. Realiza este pequeño test, para conocer cuál es tu velocidad lectora actual.
Tras haber realizado el test, puedes utilizar estos materiales:
- Curso de lectura rápida de Ramón Campayo: es el que usé yo y me permitió pasar de 250 a 600 palabras por minuto, en apenas 3 semanas. El pack contiene un libro y un CD, con el programa Turbo Speed Reader, desarrollado por Ramón. Te aviso, si te lo tomas en serio y sigues las instrucciones, vas a ver resultados pronto. Requiere constancia y compromiso, pero funciona (e investiga sobre Ramón, vas a flipar).
- Curso «Lectura Ágil»: uno de los cursos de lectura rápida más populares. No lo he probado personalmente, pero lo ponen muy bien. Es más caro que el de Ramón, pero cuentas con soporte personalizado.
Si quieres mi opinión, apostaría por el de Ramón Campayo. Si de verdad quieres leer más y mejor, necesitas este curso. Aun así, te advierto de que no es para todo el mundo y, lo que me funciona a mí, puede no hacerlo en tu caso. La solución, como te digo siempre, consiste en que pruebes.
Sé que ha sido un post denso, por lo que te recomiendo que le eches otro vistazo.
Ahora, quiero extraer, de esos 32 libros, los 5 que más me han gustado. No siguen ningún orden específico y, si te interesa alguno, puedes obtener más información pinchando en su respectiva imagen.
Top 5 libros (desde enero hasta mayo)
El guerrero a la sombra del cerezo (David B. Gil)
Una obra increíble sobre el Japón de los últimos samurais. Una historia que te atrapa y una forma de cuidar la prosa sublime. Te lo recomiendo.
Dinero: domina el juego (Tony Robbins)
Si te llaman las inversiones pero no sabes mucho del tema, este libro es para ti. Tony explica conceptos básicos y avanzados en materia de inversiones, pero, lo hace de una forma tan sencilla y clara que no deja indiferente a nadie.
El Sendero (Rubén Jiménez Rodríguez)
Un libro para encontrarte. Tiene de todo y, si lo lees, vas a aprender cosas nuevas seguro. Y no, no es otro libro sobre espiritualidad y plenitud. Creo que te puede gustar.
Mientras escribo (Stephen King)
Una obra poco conocida de King, pero muy recomendable. A través de su propia autobiografía, King nos da las claves de su éxito, brindando herramientas útiles a futuros escritores.
No more Mr Nice Guy (Robert A. Glover)
Un libro muy interesante. Tanto, que le dediqué una entrada entera del blog. Puedes consultarla aquí.
Resumen del post e instrucciones
Pues bien, este ha sido el top 5. Ya no tienes excusa para no leer: tienes 5 libros muy buenos, perfectos para practicar la lectura rápida. A partir de aquí, puedes seguir estos pasos:
- Haz el test de velocidad de lectura.
- Consigue el Curso de Lectura Rápida de Ramón Campayo y ponlo en práctica.
- Lee todos los libros que quieras y disfruta.
Recuerda: ante esta situación de confinamiento, puedes conseguir los libros del top o cualquier otro en Amazon.
Y, si eres estudiante, puedes desbloquear ofertas y servicios de Amazon (entre ellos Prime Reading), de forma gratuita, durante 90 días. Puedes hacerlo registrándote en Amazon Prime Student.
(Si te registras con el link anterior, recibiré una pequeña comisión. Ya sé que casi todas las páginas lo hacen así y posiblemente lo sepas, pero prefiero avisarte 😉 )
Ya sabes que puedes dejarme en los comentarios tus dudas o sugerencias y responderé encantado.
Espero que te haya resultado útil y que nos leamos pronto. Mientras tanto, ¡practica la lectura!
Un abrazo,
-Javier
Si te ha gustado, compártelo: 😉
Hola Javier! Me ha gustado mucho el post, la verdad es que he estado dándole vueltas últimamente al tema de la lectura rápida.
El problema que le veo es que, para mí, el cuello de botella no es la velocidad sino la comprensión, y es la complejidad del texto lo que me limita. Es decir, en una noticia del Marca podría leer un párrafo entero casi de un vistazo, pero si estoy leyendo un texto de Kant puedo pasarme cinco minutos en el mismo párrafo.
En tu experiencia, ¿esos cursos ayudan con eso? ¿O están más enfocados a mejorar nuestra «velocidad de procesamiento de palabras» (por decirlo de alguna manera), más que la de «procesamiento de significado»?
¡Un saludo!
Buenas, Guillem 🙂
Lo que comentas es completamente normal. Cuanto más complejo resulte un texto, más lento tendrás que ir para comprenderlo, y viceversa. Sin embargo, y siempre en mi experiencia, sí que he notado un incremento general de velocidad. El factor complejidad del texto sigue estando ahí, pero puedo leerlo más rápidamente, si lo comparamos con antes de impartir los cursos.
De todas formas, lo mejor es que lo pruebes por ti mismo, ya que no funciona exactamente igual para todo el mundo. Espero haber resuelto tu duda y muchas gracias por el comentario. 😉
Un abrazo.