«Tao Te Ching», de Lao-Tse y el liderazgo

El Tao Te Ching es uno de los libros más famosos de la historia, pilar base de la filosofía taoísta. Presuntamente escrito por Lao-Tse, se trata de una antología de proverbios y contemplaciones breves sobre el Tao (el camino).

En el post de hoy veremos sus principales enseñanzas, enfocadas a uno de los temas que más trabajamos en LEINN (Liderazgo, Emprendimiento e Innovación): el liderazgo. Veamos qué es aquello que podemos extraer de esta mítica obra.

Índice

¿Qué es el Tao?

Para empezar, hay que entender de qué estamos hablando al decir “Tao”. Para los taoístas, el Tao es “el principio supremo e impersonal de orden y de unidad del universo”. Salvando mucho las distancias, el Tao se asemejaría a la fuerza creadora que los cristianos denominan como “Dios”, ese concepto primero que existe desde el principio de los tiempos.

Para entender mejor qué es el Tao y las enseñanzas de Lao-Tse, puedes echar un vistazo al siguiente vídeo de Ram Talks:

Podrían dedicarse blogs enteros al taoísmo, pero este no va a ser el caso (al menos, de momento). Hoy nos centraremos en pequeñas píldoras que pueden aplicarse al liderazgo y el desarrollo personal, las cuales, con total seguridad, serán recopiladas por algún genio new age en un libro de 16,99€. Antes de que eso pase, puedes leerlas gratis aquí.

Enseñanzas del Tao Te Ching

Como decía, vamos a organizar las enseñanzas, en pequeñas píldoras, ya que son fáciles de tragar y “píldora” es un término muy utilizado por los gurús del momento. A partir de ciertos pasajes de la obra, desarrollaremos su significado y, con suerte, sacaremos algo de provecho. Vamos allá.

El Tao y las comparaciones

Cuando contemplamos algo y lo vemos bello, algo, en cambio, resulta feo. 

Cuando contemplamos algo y lo vemos bueno, algo, en cambio, resulta malo. 

El ser y el no-ser se crean mutuamente. Lo difícil y lo fácil se apoyan mutuamente. 

Lo largo y lo corto se definen mutuamente. Lo alto y lo bajo dependen mutuamente. 

El antes y el después se suceden mutuamente.

Las comparaciones siempre son odiosas, pero para el Tao, los extremos no se enfrentan, sino que se complementan. Esta realidad se representa fielmente en el conocido símbolo del Yin y el Yang, como la fusión entre dos realidades opuestas.

Si lo aplicamos al liderazgo y a la empresa, podemos ir un poco más allá. Rescatando la teoría de los juegos finitos e infinitos (de la obra Juegos Finitos Y Juegos Infinitos, de James P. Carse), entendemos el emprendimiento y el desarrollo personal como un juego infinito, donde no existe un perdedor y un ganador.

Cuando un líder o empresa cae en las comparaciones y competencia, pierde el foco en su mejor interna, jugando a un juego infinito (la vida) con reglas finitas. Y, como entenderás, esto no suele acabar bien.

El Tao y la paciencia

¿Tienes paciencia de aguardar

    a que tu fango se decante y el agua sea clara?

    ¿Puedes permanecer inmóvil

    hasta que la acción justa aflore por sí misma?

La paciencia y la espera es otro de los puntos más importantes de las enseñanzas de Lao-Tse. Un líder debe ser capaz de tener la paciencia necesaria para tomar las decisiones correctas, a menudo, gracias a una templanza trabajada. 

¿Puedes aguantar el riesgo que supone delegar en otros tu trabajo? ¿Eres capaz de “permanecer inmóvil” cuando actuar, invertir o tomar la iniciativa parecen la única opción?

El buen líder

Cuando el Maestro gobierna,

    la gente apenas percibe su existencia.

    Inferior gobernante es aquel que es amado.

    Inferior más aún el que es temido.

    El peor, el despreciado.

    Si no confías en la gente,

    la gente pierde su confianza.

    El Maestro no habla; actúa.

    Cuando su tarea concluye,

    la gente dice: «Asombroso:

    ¡lo hicimos nosotros solos!».

Este pasaje recoge una de las mayores enseñanzas sobre liderazgo: el buen líder es aquel que, a través de sus obras, enseña a los otros a liderarse a sí mismos. Un líder no manda, orienta. Señala un posible camino y es el primero en recorrerlo, pero deja actuar a los demás.

El líder y el Tao

El Maestro, residiendo en el Tao,

    es un modelo para todos los seres.

    Puesto que no se exhibe,

    la gente puede ver su luz.

    Puesto que nada tiene que demostrar,

    la gente puede confiar en sus palabras.

    Puesto que no sabe quién es,

    la gente se reconoce en él.

    Puesto que no tiene una meta en mente,

    todo cuanto hace es un éxito.

Al igual que en el punto anterior, el Tao Te Ching nos enseña el verdadero significado del liderazgo: el valor de los actos y el detrimento de las palabras. O, en cristiano, la importancia de liderar con el ejemplo.

Un buen líder no es más que un espejo para los otros. Un espejo que muestra las fortalezas y debilidades y, a través de su ejemplo, ayuda a potenciar las primeras y mejorar las segundas.

Sinceridad y virtud

Exprésate completamente;

    después guarda silencio.

    Sé como las fuerzas de la naturaleza:

    cuando sopla el viento, sólo hay viento;

    cuando llueve, sólo hay lluvia;

    cuando pasan las nubes, brilla el sol.

A la hora de liderar, la sinceridad y claridad es clave. Para aquellos que evitamos la confrontación, el Tao nos enseña a ser claros y fieles a nuestros principios, sin remordimientos y con respeto. 

Da tu opinión con franqueza y no acumules resentimientos. Cuando toque enfadarse, enfádate. Cuando toque reír, ríe. Sé consecuente y no lastres tus relaciones por no ser franco y transparente.

La ignorancia es valiente

Los que saben no hablan.

    Los que hablan no saben.

Un enunciado que habla por sí solo. Aunque, ahora que lo pienso, estoy hablando de una religión de la que apenas tengo conocimiento, así que… supongo que soy de los segundos.

Delegar y fluir

Por ello el Maestro actúa

    dejando a las cosas seguir su curso.

    Permanece en calma

    al final como al principio.

El líder que sabe delegar entiende que ocurrirán problemas y contratiempos y que él no podrá resolver todos. El buen líder deja actuar, comprende y enseña. No se frustra por los fracasos, pero aprende de ellos y mejora sus sistemas.

Flexibilidad en el Tao

Los hombres nacen suaves y blandos;

    muertos, son rígidos y duros.

    Las plantas nacen flexibles y tiernas;

    muertas, son quebradizas y secas.

    Así, quien sea rígido e inflexible

    es un discípulo de la muerte.

    Quien sea suave y adaptable

    es un discípulo de la vida.

    Lo duro y rígido se quebrará.

    Lo suave y flexible prevalecerá.

En cualquier ámbito de la vida, la flexibilidad es una cualidad muy apreciada (seguimos hablando del Tao). La única verdad es que todo cambia, por lo que aprender a aprovechar lo nuevo es una habilidad imprescindible para todo líder y empresa.

Be water, my friend. 

Taobonus: Las 3 premisas del Tao

Sólo tengo tres cosas que enseñar:

    simplicidad, paciencia, compasión.

    Estas tres son tus mayores tesoros.

    Simple en el pensamiento y la acción,

    retornas a la fuente del ser.

    Paciente con tus amigos y enemigos,

    armonizas con el modo de ser de las cosas.

    Compasivo contigo mismo,

    reconcilias a todos los seres del mundo.

Conclusión

Estas son algunas de las enseñanzas del Tao Te Ching. Esta obra ha sido analizada durante cientos de años, por lo que lo recogido aquí es una pequeña aproximación a lo que el Tao representa. Si quieres saber más, te dejo por aquí la obra completa:

Tao Te Ching

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Un saludo y nos vemos en el siguiente. 😉

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